Una sesión de inteligencia contextual para comprender los riesgos y oportunidades que el entorno le depara al sector privado del país
“Las empresas deben trabajar en su fortalecimiento institucional y reputacional, porque la mejor estrategia en el corto plazo siempre será pensar en el largo plazo”, aseguró Agustín Beroes, director Venezuela de PIZZOLANTE, durante la primera charla online de Inteligencia Contextual de 2023 hecha por la firma con clientes y relacionados, a propósito del cierre del primer trimestre.
Bajo el título La Venezuela 2023: ¿Dónde estamos y para dónde vamos?, se abrió un espacio de conversación sobre la realidad del país, dando una mirada al contexto políticoinstitucional, social y económico para el desarrollo de la inteligencia contextual y el fortalecimiento de la actuación institucional y comercial de las empresas.
Bajo la perspectiva de Beroes hay que considerar la situación de Venezuela con el foco puesto en el período 2023-2025, que está marcado por la ruta electoral. Esto ocurre mientras el país viene sufriendo una desaceleración con un mercado que sigue siendo restringido, con capacidad de compra limitada, donde se observa la convivencia de economías empresariales disímiles, lo que añade retos a las empresas formales.
Aun con la complejidad que se vive y que estima seguirá presente en el período analizado, hay una dinámica nacional que abre algunas oportunidades. Si bien se ha experimentado un profundo proceso de desinversión, no se descartan algunos flujos de capitales que pueden generar efectos favorables, asimismo en Venezuela debe darse una renovación tecnológica -dada la alarmante obsolescencia tecnológica- que también permite opciones en el mercado.
Venezuela está saliendo del aislamiento de los últimos años y se construyen nuevas alianzas con la reapertura de relaciones internacionales, como el caso de Colombia, lo que también implica oportunidades para varios sectores, aunque también puede exponer las debilidades de otros. Puntualizó que se necesita un análisis permanente del entorno, una identificación y ponderación de riesgos, la definición de una agenda estratégica ante asuntos públicos y regulatorios, mantener actualizado el sistema de atención de crisis, desarrollar una línea de acción en el ámbito ESG (ampliando la acción socialmente responsable de las organizaciones) y mantener al día la estrategia comunicacional con la base argumental para proyectar a la empresa y para defenderla de ser el caso.
En conclusión, reiteró Agustín Beroes, ante las complejidades, las empresas deben prepararse para mitigar riesgos y, en paralelo, para el mejor aprovechamiento del entorno. Por esto, PIZZOLANTE prevé realizar periódicamente este tipo de actividades para agregar valor a la gestión de negocios de sus clientes y relacionados, lo que complementa su oferta de productos y servicios.