El recién publicado reporte “The Global Cooperation Barometer 2024”, realizado por el Foro Económico Mundial es enfático al decir que el mundo se enfrenta a retos complejos y que abordarlos exige de una cooperación a escala mundial, debido a varios factores de relevante preocupación
- La frágil economía actual, con unas previsiones de crecimiento muy por debajo de la media histórica, según el Fondo Monetario Internacional. Por lo que la revitalización del comercio será crucial para reforzar las perspectivas económicas futuras e impulsar los medios de subsistencia. El FMI ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de una fragmentación mundial, que podría restar un 7% del PIB mundial.
- La innovación tecnológica es clave para impulsar el crecimiento de la productividad e indica que la inteligencia artificial generativa (IA) encierra un potencial extraordinario: entre 2,6 y 4,4 billones de dólares de valor anual adicional en todos los sectores, según las estimaciones del McKinsey Global Institute.
- El cambio climático exige que los gobiernos y las empresas trabajen juntos para llegar a cero emisiones netas, adaptarse a los cambios climáticos fijados por las emisiones anteriores, y hacer todo esto apoyando el desarrollo económico mundial.
- La salud de las personas requiere una cooperación global entre gobiernos y empresas. Los avances a largo plazo en materia de salud y las respuestas inmediatas a crisis agudas como las pandemias exigen que las partes interesadas de todo el mundo trabajen juntas.
Bajo este contexto global es evidente la importancia de entablar relaciones de cooperación efectivas para profundizar en soluciones reales con todos los actores del mundo.
Esto nos hace reflexionar sobre la vigencia del modelo sobre la gobernanza de las alianzas para el desarrollo y gerencia de temas sociales publicado por AccountAbility, basado en un trabajo realizado por los autores Rochin, Zadek y Fostater (2008), quienes se dedicaron en comprender la forma, sentido y propósito en cómo opera la dinámica las alianzas multisectoriales para el desarrollo.
Estos autores asumieron que las alianzas sociales son base necesaria para un establecimiento más formal del modelo de desarrollo sustentable, así como un recurso de primer orden en el abordaje de las tensiones, dinámicas y realidades que impone la globalización a la sociedad civil en general.
AccountAbility parte de la premisa de que toda alianza requiere ser transparente y gobernable. Se necesita la transparencia para establecer la confianza entre los actores que conforman, la delimitación de roles y límites de la acción de cada uno, y un sistema de gobernanza que dirija la complejidad de las alianzas sociales en un contexto nacional, regional y global cada vez más demandante.
De allí surge que, en pleno 2024, valga la pena repasar la vigencia y el valor de las tres grandes recomendaciones que Rochin, Zadek y Fostater (2008) señalan como pilares fundamentales del modelo de gobernanza:
- Crear iniciativas para una buena gobernanza: a partir de la aceptación de la diversidad de realidades frente a las cuales se puede confrontar cualquier alianza, la gobernanza debe promover su adecuación hacia dos grandes criterios de acción:
- Recompensar el buen gobierno y los buenos resultados
- Generar iniciativas que promuevan el buen gobierno de las alianzas, a través de indicadores que sean públicos.
- Asegurar la confianza de los sistemas de gobernanza por los grupos de interés principales de la alianza: para lograrlo se requiere que los grupos de interés confíen en la calidad, desenvolvimiento, actuación y legitimidad del sistema de gobernanza de las alianzas”. Ello implica aclarar los límites de la alianza, claridad en las expectativas y resultados esperados, niveles de responsabilidad y espacios de participación de los Stakeholders y los riesgos que reporta el trabajo en alianzas para el abordaje de temas sociales, entre varias consideraciones pertinentes.
- Construir el conocimiento y la capacidad para el gobierno eficiente de la alianza y sus grupos de interés: se trata de asegurar la preparación suficiente para el diseño, desarrollo y evaluación de los modelos de gobernanza necesarios en la consecución de los objetivos propuestos.
De allí que esta recomendación asume como sus criterios de cumplimiento:
- La convocatoria de un foro de alto nivel, cuyo tema central sea la gobernanza de las alianzas y su transparencia, donde participen los actores que vinculan con la dinámica del trabajo en alianza;
- Generar y establecer un fondo dedicado a la gobernanza de las alianzas;
- Elaborar mecanismos que le permitan a las alianzas aprender y evaluar sobre rendición de cuentas y diseños de gobernanza;
- Apoyar a los actores encargados del gobierno de las alianzas a gobernar.
Sin duda se trata de relaciones complejas con intereses diversos que requieren ser profundizados a medida que se avanza en el logro de objetivos comunes.
La invitación queda abierta para apoyarse en la experiencia de consultoría técnica especializada para que la participación de las empresas (como actores del sector privado) sea efectiva y pueda beneficiarse y beneficiar a otros, a través de alianzas interinstitucionales que cuenten con un modelo de gestión orientado por la transparencia, la visibilidad de todos los actores y la exposición de las responsabilidades de los actores involucrados.
Como una herramienta para impulsar que el relacionamiento estratégico emprendido durante las alianzas repercuta positivamente en la construcción de reputación corporativa, en línea con la planificación estratégica, el logro de las metas de negocio y de sostenibilidad de la organización. Solo así se podrá hablar de una inversión efectiva que redundará en beneficios para todas las partes y para el desarrollo mundial.
Referencias consultadas:
World Economic Forum. (2024). “The Global Cooperation Barometer 2024”
Accountability. (2008). “GOVERNING COLLABORATION. Making Partnerships Accountable for Delivering Development”