Este 18 de junio, desde PIZZOLANTE reunimos a un grupo de líderes empresariales en un espacio de reflexión sobre análisis del entorno e inteligencia contextual acerca de la realidad venezolana y sus posibles evoluciones en lo que resta de 2025, rumbo al 2026. Bajo la moderación de María Masini, Senior Consultant de PIZZOLANTE y con las intervenciones de Agustín Beroes, Market Director de nuestra firma, y del economista Efraín Velázquez, CEO de AGPV Asesores Económicos, el objetivo fue describir el contexto venezolano e identificar las decisiones que deben asumir las organizaciones para operar con inteligencia, resiliencia y propósito.
Frente a un entorno político-institucional volátil y un panorama económico marcado por el estancamiento y la inflación, el mensaje fue claro: sobrevivir no es suficiente, hay que prepararse para avanzar con visión estratégica.
- Liderar con inteligencia contextual: Agustín Beroes resaltó que hoy más que nunca, las organizaciones deben operar bajo una lógica de doble vía: gestionar la crisis y preparar la consolidación. Esto exige:
- Revisar y actualizar mapas de riesgo constantemente, integrando protocolos para enfrentar situaciones inesperadas.
- Desarrollar canales de comunicación transparentes con entes necesarios que permitan actuar sin poner en riesgo la operación.
- Impulsar la sensibilización interna, reforzando políticas claras de actuación y protocolos de seguridad como pilares de confianza.
- Construir posicionamiento con criterio y estrategia: el entorno exige más que una narrativa, requiere una identidad corporativa que evolucione con responsabilidad, que cuide cada palabra que se dice y que use los canales digitales con extrema inteligencia. La gestión de marca no es un lujo, es una necesidad para navegar entre expectativas sociales, reputación e institucionalidad.
- Gobernanza, cultura y liderazgo como cimientos: una organización sólida comienza desde adentro. La revisión de los esquemas de gobernanza, el fortalecimiento de liderazgos empáticos y la consolidación de una comunicación interna honesta y estratégica son destacados como elementos críticos para sostener la cohesión organizacional.
- Entorno económico: decisiones que no se pueden postergar: “Efraín Velázquez fue enfático en que, a pesar de una pérdida de dinamismo en el consumo, las organizaciones pueden y deben actuar con foco. Para ello, las acciones recomendadas incluyen:
- Definir políticas claras de precios, crédito y salarios que permitan afrontar la incertidumbre.
- Invertir en tecnología y eficiencia operativa para sostener la competitividad.
- Evaluar nuevos modelos de generación de valor, buscando no solo rentabilidad, sino sostenibilidad financiera en entornos inciertos.
- El compromiso social como factor de estabilidad: en tiempos donde lo comunitario y lo institucional convergen, proteger las alianzas de impacto social, las fundaciones y los programas de educación y cultura, se convierte en un elemento diferenciador que fortalece el vínculo entre empresa y entorno.
Hacia una acción estratégica con propósito
En un contexto como el venezolano, donde la incertidumbre es la norma y los cambios se producen sin previo aviso, el liderazgo corporativo no puede operar desde la reacción. Es momento de actuar con intención, preparación y, sobre todo, con propósito. Ese fue el espíritu que inspiró este espacio de conversación convocado por PIZZOLANTE, para describir el entorno y activar consciencias y decisiones. Interpretar el contexto es necesario, pero insuficiente: lo que realmente transforma es lo que se decide hacer.
Las organizaciones que quieran sostenerse y evolucionar en los próximos años deberán asumir una actitud proactiva. Eso implica dejar atrás la vigilancia pasiva para convertirse en agentes que modelan sus propios escenarios, con estrategias que respondan al entorno sin ceder sus principios. La lectura política y económica del país debe integrarse con una cultura corporativa sólida, que genere confianza y sentido de pertenencia incluso en tiempos de adversidad. No hay sostenibilidad posible sin cohesión interna, sin líderes que comuniquen con empatía y sin equipos que encuentren propósito en lo que hacen.
La gestión de reputación, los riesgos, el talento y la marca no pueden tratarse como piezas sueltas. Son parte de una misma ecuación estratégica que define el posicionamiento institucional en el presente y su relevancia futura. En paralelo, se vuelve esencial establecer vínculos inteligentes con los actores del entorno, comprendiendo que la legitimidad se construye tanto desde los resultados como desde la coherencia ética.
Desde PIZZOLANTE, promovemos una visión empresarial que no se limita a sobrevivir en la coyuntura, sino que busca trascenderla con coherencia, impacto y visión de largo plazo. Cuando esa estrategia se guía por un propósito claro, se convierte en una fuerza poderosa para construir valor, fortalecer reputación y dejar una huella positiva en la sociedad.