En medio de la trágica noticia del hallazgo de los restos del “TITAN” de OceanGate en el lecho marino, cerca de los restos del “TITANIC”, surgen los análisis sobre el manejo comunicacional de esta crisis que ha tenido en vilo al mundo desde el pasado fin de semana, movilizando ingentes cantidades de recursos para procurar un milagroso rescate al mejor estilo de aquellos mineros en Chile. A diferencia de aquella ocasión, esta no tuvo un final feliz.
Como usualmente ocurre en tantos casos, ya han hecho su aparición las referencias a presuntas viejas advertencias, alertas de seguridad aparentemente ignoradas, potenciales defectos de la unidad submarina para sumergirse a tales profundidades, ausencia de certificaciones, etc. Esto es un hecho frecuente cada vez que estalla una crisis de esta magnitud, proliferan las referencias, bien sea a la ausencia de alertas tempranas, o como en este caso, al aparente caso omiso de las mismas.
El manejo de crisis es una práctica fundamental para gestionar situaciones cómo esta, y estaremos de acuerdo en que ese documento que rueda en las redes sociales con el “Media Brief”, es mas parecido a unos talking points para una declaración de voceros, que a un statement de la empresa debidamente construido para los medios.
Ahora bien, si bien es cierto que comunicar estratégicamente es clave e indispensable en todo el proceso, tambien lo es no pasar por alto que son los esfuerzos de identificación de amenazas, ponderación de riesgos y el establecimiento de estrategias de mitigación, los que toda organización debe realizar para evitar que situaciones como esta se produzcan. El mejor “manejo de crisis” radica en trabajar proactivamente para no tener crisis alguna que manejar.
Quedan las investigaciones por realizar y las conclusiones por escuchar, entre tanto, ¿que tan preparados estamos realmente en nuestras organizaciones para anticipar y/o manejar una situación de crisis?
