Por: María Masini
Un reconocido panel de expertos se dio cita este jueves en el XXIII Simposio de RSE: “Un viaje hacia la transformación sostenible”, organizado por Venamcham. Un espacio donde se compartió información valiosa sobre los retos que el transitar hacia la sostenibilidad tiene, tanto de una perspectiva global como individual.
La jornada comenzó con valiosas reflexiones para entender que la sostenibilidad no se trata del futuro, sino del presente. En esencia, se nutre de puntos de encuentro de aprendizajes e inspiración que nos permita, desde nuestra influencia corporativa y alcance como ciudadanos, generar los cambios que nuestra sociedad se merece… y requiere.
Son grandes desafíos que ya desde el 2015 tomaron otro nivel de importancia, con la definición de la Agenda del 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos que, a pesar del compromiso orquestado de empresas, organización civil y academia, entre otros, con el llamado de “actúa ahora”, presentan hoy cifras bien alarmantes y retadoras, tal como lo manifestó Enrique Valles-Ramos durante su ponencia, donde nos compartió que actualmente solo alrededor del 15% de los Objetivos están bien encaminados, mientras que alrededor del 30% no han registrado movimiento o han retrocedido por debajo de la línea base del 2015.
Ante esta alarma no podemos sino tratar de ver el panorama como un escenario de grandes posibilidades para actuar y considerar a la transformación sostenible como una cuestión de máxima urgencia para todos.
Será la ética, como base de cada cosa que hacemos, y una verdadera focalización de los diferentes actores, lo que impulsará el verdadero cambio y un verdadero avance, como bien lo mencionaba Ramón Ostos, Socio fundador de KPMG
Durante la mañana se recalcó igualmente la importancia de ser inclusivo, diverso, tener equidad y que el colaborador de cada empresa sea escuchado, con el sustento de un comité directivo que realmente crea en la transformación integral de su empresa e impulse una cultura narrativa, generando así un true value.
Y ese valor encuentra, sin duda, una plataforma de impulso a través de la transformación digital, con la cual – como detalladamente explicó Carlos Ignacio Palacios, Responsable Global de Acción Social y Voluntarios en Fundación Telefónica- se logrará alcanzar una ventaja competitiva a nivel empresarial, maximizar el impacto, ser diferente y optimizar los recursos en función a una real evolución sostenible.
Un proceso nada fácil cuando se entiende que más del 60% de las entidades sociales no tienen competencias ni estrategias digitales dentro de sus planificaciones a corto o mediano plazo. Ello, en gran medida, debido a restricciones de presupuesto, dado que la inversión para atender estos temas en la actualidad ronda los $800 anuales en nuestras empresas, lo cual escasamente alcanza para el pago de las licencias necesarias. Sin embargo, no todo es culpa del dinero: muchos se enfrentan a una gran resistencia al cambio como principal problema para avanzar hacia una sostenible revolución digital.
Y de lo digital, la sesión nos llevó a lo natural, donde Yazenia Frontado, Directora del Proyecto Ávila de la UNIMET, nos presentó datos alarmantes sobre el cambio climático, no sólo a nivel mundial sino local, presentando las consecuencias que una acción desmesurada por parte de empresas de diversos sectores comerciales (tales como el textil energético o ganadero, entre otros) ha generado sobre nuestro ambiente.
Los impactos sobre grandes áreas de la Amazonía, por la incontrolada deforestación, son verdaderamente preocupantes. Y aún más inquietante resulta escuchar que Venezuela es el primer país en perder sus glaciares como resultado del calentamiento global.
Pero no todo es desalentador. Grandes iniciativas y la suma de voluntades que creen fielmente en las posibilidades de un presente sostenible y un futuro prometedor, actúan hoy en alianza, logrando resultados positivos para nuestras sociedades y su gente. Como representantes de ello participó un panel que enfatizó la “S” de lo social en los criterios ESG: Dividendo Voluntario para la Comunidad, Fundación Polar, Fundación Buena Voluntad y el Instituto Técnico “Jesús Obrero” (IUJO) de Caracas.
Uno de los últimos temas de la mañana nos llevó a revisar los resultados del reciente pulso social, realizado por Datos Group, con presentación de su CEO Luis Maturen, con una visión general sobre cómo son percibidos por la población venezolana las diferentes iniciativas de responsabilidad social implementadas por empresas privadas y públicas de nuestro país, donde su estabilidad y experiencia, la calidad de su gestión y la atención de sus empleados se posicionan como los 3 principales criterios más valorados, asociados a empresas socialmente responsables.
Como cierre, Germán Toro, Presidente de Industrias Corpañal, nos resumió la importancia de contar con un adecuado gobierno corporativo, donde las empresas definan su gobernanza con los adecuados protocolos que, de manera estructurada, se enfoquen en qué hacer, cómo hacer, para qué y, sobre todo, para quien, pues el consumidor o audiencias finales serán siempre la mejor brújula para guiar la actuación empresarial.
Así, pues, el Simposio de RSE de Venamcham -tal como sus ediciones anteriores- fue un valioso espacio para el intercambio y la reflexión; plataforma ideal para, no solo conocer tendencias y acceder a información clave, sino establecer vínculos personales e institucionales entre los variados y destacados actores del sector empresarial, expertos y organizaciones de participación social, con miras a trazar caminos exitosos que transitar juntos en este viaje hacia la transformación sostenible.